Las polkas y los huapangos, dejaron prácticamente sin habla a los presentes quienes permanecieron de principio a fin en su lugar y fue a los primeros integrantes a quienes ovacionaron de pie al finalizar su presentación.
Y como no, pues los integrantes del Ballet Folclórico de Coahuila dejaron todo en el escenario al que prácticamente le sacaron brillo con las polkas que cautivaron, pues el folclor que existe en ese estado es muy característico por, sus danzas y bailes brillantes en los que imprimen zapateados fuertes, giros rápidos, actitudes y movimientos que revelan el secreto de vivir en lugares hostiles cargados de inclemencias.
El amplio programa que presentaron al público piedadense incluyó una estampa del Estado de Sinaloa con el Sauce y la Palma, El Sinaloense o Niño Perdido.
Le siguieron los niños del ballet Folclórico del DIF Municipal quienes presentaron el jarabe michoacano, la danza del rebozo y la danza de los viejitos en donde, aquí se abrió un espacio para reconocer a Paco El Marino, quien fue el compositor de la danza del Rebozo.
El ballet de Coahuila, cerró la noche con ritmos como el baile calabaceado, que es una manifestación popular de los vaqueros de Baja California. Este baile permitiría que los vaqueros y la gente del pueblo comenzaran a imitar algunas gracias del ganado, como los brincos, giros y patadas, para retomar las polkas que se bailan al norte de los estados de Coahuila, Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas y los huapangos.
Los dotes mostrados por los participantes fueron ovacionados a pie al final de su presentación dejando a todos un gran sabor de boca y en espera de que esta noche, la presentación que hagan sus representativos de Sinaloa y Durango, los iguale o mejore.